El boldo es una planta nativa de América Latina. Tiene unas pequeñas hojas ovaladas similares a las de la menta y es conocida por sus propiedades digestivas y medicinales en su formato de infusión. Aunque tiene ciertos beneficios que se pueden aprovechar, también tiene algunas contraindicaciones que se deben tener en cuenta, sobre todo si se hace un consumo frecuente.

La infusión con propiedades cicatrizantes que puede aliviar llagas y heridas en la boca

Aunque el uso más común de la planta completa del boldo –un árbol entre pequeño y mediano– son sus hojas, también se puede utilizar su corteza y tiene un fruto comestible. Pero las hojas se utilizan como sedante y por sus propiedades para el sistema digestivo, en particular para lo relacionado a la función de la vesícula biliar.

Contraindicaciones del té de boldo

El sitio de salud y cuidado Healthline indica que son pocos los estudios que aportan evidencia científica sobre los beneficios del té de boldo. Sin embargo, se trata de una planta altamente utilizada en la medicina tradicional en gran parte de América Latina. A su vez, señala cuáles son las contraindicaciones o los efectos secundarios de consumirlo.

Es sabido que cualquier alimento que se ingiere en cantidades elevadas termina siendo perjudicial para la salud y el boldo no es la excepción, por más que se trate de un consumo en forma de infusión. Se recomienda no exceder su uso en períodos superiores a 20 días ya que puede causar efectos secundarios como vómitos, irritación de estómago, diarrea o náuseas.

Se confirmó que el boldo está contraindicado en mujeres embarazadas. Tiene la capacidad de causar contracciones en el útero, lo que puede producir pérdidas o abortos espontáneos. Tampoco deberían consumirlo las mujeres en período de lactancia ni niños pequeños.

Hay algunas enfermedades con las que el boldo no debe coincidir porque puede agravar el cuadro de salud de los pacientes. Es el caso de las personas con hepatitis aguda, piedras en la vesícula, inflamación de las vías biliares, cáncer de hígado o de vesícula o pancreatitis. Tampoco debe combinarse con medicamentos que contengan litio, paracetamol, ibuprofeno, carbamazepina, fenitoína, antifúngicos o anticoagulantes.